Anamaría McCarthy:
el dolor de la autoexposición
“Al final, todos somos un reflejo infiel de lo que creemos ser”.
Anamaría McCarthy
Anamaría McCarthy es una fotógrafa de origen peruano-
estadounidense que crea sobrecogedoras historias
en la superficie de su torso. Se sumerge en las oscuras
profundidades de su subconsciente y trasciende los parámetros
habituales del desnudo, como una forma de expresión que
penetra mucho más profundo que lo que ven los ojos. Utiliza
su propio cuerpo como soporte,
una cámara como pincel y la
tristeza como su paleta
de colores.
En su trabajo, el dolor es retratado en un sinfín de versiones sin
precedentes y, al mismo tiempo, es eficazmente exorcizado. En
la plenitud de su trayectoria, Anamaría tomó la difícil decisión
de mirarse a sí misma, permitiendo que su cuerpo desnudo
expresara
todo su sufrimiento en la piel. El camino de su vida
se transformó, hace quince años, en una ruta llena de tragedias
circunstanciales. Cada una de ellas le dejó un cráter en el
alma. Durante un tiempo, su existencia fue un campo minado
de emociones fuertes
que afectó directamente a sus seres más
queridos y la dejó en un estado de perpleja tristeza.
Su historia comenzó como un cuento de hadas, en una playa en
la costa norte de Long Island. En ese lugar, hace más de medio
siglo, su padre, un joven americano de origen irlandés, encontró
a la mujer de sus sueños. Ella, una diminuta y exótica peruana,
respondió a sus tímidas miradas. Se conocieron, se enamoraron
y el esperado final feliz se prolongó durante décadas en un
matrimonio bendecido con tres hijos. Todos ellos encontraron
su destino en los azarosos territorios del arte.
domingo, 14 de febrero de 2010
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